La cumbre del derrumbe - The summit of the cave-in
Miércoles, 02 de Mayo de 2012...día grande de Madrid. 16:15, todas las previsiones se cumplen. Termino de revisar el equipo tratando de meterlo todo en una mochila que pueda ser considerada equipaje de mano y que, a ser posible no abulte tanto como la típica Lowepro y sobre todo, que me permita correr sin inconvenientes, llevar con comodidad el arnés de fotógrafo de prensa y que, a una mala (por ejemplo ser confundido demasiadas veces con un manifestante), pueda deshacerme de ella sin demasiado dolor.
El dilema es la seguridad: la propia y la del equipo. En mi mochila Quechua no hay duda que la seguridad de los dos cuerpos nikon y las lentes escogidas (dos fijas 35mm y 50 mm 1.8 Nikon y un zoom 17-50 mm Tamrom) no está garantizada. La seguridad del 80-200 mm 2.8 Nikon es motivo de mayor preocupación. En el tema de la seguridad personal...hay que elegir, casco sí o casco no. El que me han prestado es un modelo casi militar, negro, que ocupa más que una familia y que canta más que la Castafiore...pero todo tiene una ventaja: protege bien aunque no es de kevlar, pesa poco y me permite crear un espacio de seguridad para la D300, dos lentes fijas y el zoom angular. El 80-200 mm viajará colgado de mi hombro.
¿El destino?. Barcelona. Desde esta mañana los miembros del Banco Central Europeo acuden a Barcelona a la Cumbre 2012. Al mismo tiempo, los estudiantes barceloneses han convocado una manifestación contra la abusiva subida de las tasas académicas. Y hay que estar allí por dos razones: por las fotos y sobre todo porque estamos viviendo extraños tiempos que obligan a sumergirse en el asunto desconfiando de la información tangencial, de la desinformación generalizada y de la inactividad propia de un país sumido en la que puede ser la peor de sus crisis económico-sociales y la más profunda de las recesiones económicas del último siglo.
Los hastag de twitter (especialmente #BCE, #Barcelona y #yoire) hierven. Algunos invitan a la manifestación fantasma tratando de dejar en ridícula el inmenso despliegue policial que ha convertido la capital catalana en un espacio blindado. Este blindaje antinatural contra una pretendida amenaza anti-sistema ha dejado anonadados a amplios sectores de la sociedad civil. Algunos indican la irreversible construcción de un estado policial.
La Cumbre ha sido precedida de actuaciones policiales y de decisiones políticas muy polémicas e incluso en algunas ocasiones tachadas de dudosamente legales. La publicación en la red de las fotografías de decenas de presuntos alborotadores -algunos posiblemente menores de edad- o la suspensión temporal del espacio Schengen han levantado espinas. Veremos el comportamiento general con la prensa, sobre todo con la gráfica, máxime cuando hay antecedentes de una limitación de los márgenes de libertad informativa.
21:20, el vuelo IB2790 deja las pistas de Barajas y nos sitúa en vuelo hacia la ciudad condal. Último repaso a los mapas de la ciudad y a los espacios clave para organizar la logística de la cobertura informativa de la mañana del día 03 de Mayo. Tres son los ejes vitales: el Hotel de les Arts, en el Puerto Olímpico -alojamiento de la representación del Banco Central Europeo-, la Plaza de la Universidad -lugar de encuentro para la manifestación estudiantil convocada por PUDUP de las 12:30- y la Plaza de Cataluña -espacio nodal de los más recientes enfrentamientos entre mossos de escuadra y estudiantes/indignados/alborotadores-
Las noticias han sido parcas, las invitaciones a manifestarse, escasas, y las convocatorias a través de twitter muy tímidas. Todo indica hacia tres posibles explicaciones: el éxito del control policial es total -no olvidemos que hay casi 10 millares de policías implicados en la vigilancia de la cumbre-, la pretendida manifestación invisible es real y la situación se ha sobredimensionado por parte de los medios y de la policía o, por el contrario, los mecanismos de información, convocatoria y organización de los grupos de lucha está en una fase de sofisticación notable, conscientes de la férrea vigilancia a la que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado (y de la autonomía) someten a la red de redes y sobre todo a las redes sociales.
Independientemente del resultado final, esta es la Cumbre del derrumbe. Europa ha dejado de tambalearse para empezar a resquebrajarse. Como un monumento clásico, la fase siguiente será la del derrumbe. La celeridad con la que esto ocurra dependerá del celo con que se apliquen las medidas de conservación-restauración. Para deleite de la Europa “bárbara”, la otra Europa, la “clásica”, la que promulgó democracias, ateneos, parnasos y también circos, presenta su peor rostro desde la definitiva caída de Roma.
Jueves 03.05.12
La presencia policial es notable. Los principales puntos estratégicos de la ciudad condal están tomados por la policía; los mossos de escuadra custodian los “intereses” catalanes y la policía nacional hace lo propio con los “nacionales”. Es el colmo de la estupidez.
Pero las diferencias de cuerpos no quedan ahí. Mientras los mossos presentan aspectos casi militares, con chalecos antibalas incluidos, las Unidades de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía muestran un aspecto menos agresivo y sobre todo cuentan con una puesta en escena mucho menos elaborada.
A las 08:15 algunos grupos de universitarios han cortado la autovía de acceso a la ciudad en plena hora punta durante poco más de 15 minutos. La supresión de una de las paradas de tren en la universidad no ha servido para desalentar a los varios miles de jóvenes que han ido desplegándose en la Plaça de la Universitat.
La ciudad ha despertado como se acostó: repleta de turistas de todos los colores, confesiones religiosas, lenguas y aspectos. Unos más trasnochados que otros: Barcelona es así...simplemente más parecida a París que a Madrid.
Alrededor de las 11:30 algunos mossos disfrazados de matones-ultras-radicales talluditos se concentraban en algunas esquinas de las carrers de acceso a la Plaza de Cataluña. El mosaico de músculos con derroche excesivo de testosterona y horas de devoción cerrada al gimnasio, las caras de más mala leche que pocos amigos y el brazalete amarillo con letras rojas (discreto, vamos) que lucían en sus brazos daba a todo este teatro un aire ridículo. Parecían un atajo de tunos mal dormidos, de aquellos que jamás terminan la carrera y se reenganchan en los últimos cursos universitarios ad aeternum. Ridículo si no diese algo de miedo.
Intentamos en vano encontrar la contrapartida radical entre los miles de estudiantes y la verdad es que fue bastante complicado. Aquí el miedo lo metían, sin tapujos, quienes debían eliminarlo. Ver sus rostros, sus miradas duras, sus gestos torvos, producía, sin más, desasosiego.
Los grupos estudiantiles han avanzado desde varios puntos de la ciudad. Al menos en una ocasión han sido detenidos y cercados por los mossos antes de acceder a la Plaça da la Universitat para pedir sus filiaciones. Un engorroso trámite que nos ha permitido los primeros planos de situación.
La pancarta de la cabecera, precedida de una camioneta puesta por la organización para deleite de la prensa -que ha copado su caja- lanzaba una clara consigna contra los recortes y el aumento de tasas universitarias. A ambos lados, un cordón de seguridad de la organización velaba por el desarrollo pacífico de la protesta. De forma general, el gesto tenso de algunos manifestantes parecía preconizar algún altercado...pero todo quedó en eso, el mero gesto.
La manifestación ha discurrido sin incidentes incluso cada vez que se llegaba a una intersección vial donde, a lo lejos, taponando el acceso, se vislumbraban, de nuevo, los cuerpos esculturales de los mossos disfrazados de malotes. Su provocación también ha sido ignorada. Tan solo los fieles chicos de la prensa gráfica hemos aprovechado el momento para realizar estupendos e irreales primeros y primerísimos primeros planos de estas masas de carne con ojos enfundadas en su disfraz de lobo. Me niego a pensar que detrás del antifaz de golfo apandador no se esconde un ser humano que siente y padece; me niego a creer que más de uno de ellos no piense que esta fantochada es la tomadura de pelo más grande en la que ha participado: pero la función manda.
En el Arc del triunf la manifestación ha alcanzado el punto final del trayecto aprobado por la Generalitat y la Delegación de Gobierno. Tras una sentada y la oportuna soflama de consignas bilingües, han aparecido los primeros fanáticos del jaleo intentando imponer su lógica absurda: había que marchar hasta la Pompeu Fabra, a las puertas del acceso al hotel de las Arts, blindado por la policía.
Que si, que no...que sí, que venga, y al final ha aparecido en primera fila una nueva pancarta tras la que se vislumbraban rostros jóvenes pero más endurecidos en la protesta que los de la pancarta “oficial”...y a la Pompeu que nos hemos ido, ellos y decenas de periodistas, informadores y estudiantes de periodismo. El naranja de los chalecos de prensa ha lucido más que el Naranjito del 92. Cosas que tiene la ciber-globalización.
Frente a la Pompeu...algún intento de hacer subir la tensión...un mínimo intento de acercamiento hacia la barrera de mossos-malotes que blindaba el acceso al sector marítimo, las típicas voces -en rigurosa lengua vehicular- contra España, los españoles y el Estado policial...y nada más.
El evento se ha saldado con la identificación de dos chavales que hacían fotos sin tener acreditación de prensa y además ataviados de medio malotes. Claro, que al lado de los malotes de verdad, además de parecer muy, pero que muy pequeños, lo cierto es que daban bastante lástima. El susto no se lo quita nadie de encima, aunque de esas experiencias se hacen cicatrices de guerra que a muchos les gusta narrar después convenientemente edulcoradas: ese es el peaje del riesgo y esto también es parte del juego. Tras la oportuna petición de documentación, revisión de fotos en la cámara, el tirón de orejas de rigor y un “venga chavales, a jugar a los malotes a otro jardín”.
Un muy reducido grupo de mini-malotes se ha dirigido hacia la Plaça de Catalunya donde, seguidos de un nutrido grupo de grandes malotes, han sido “encapsulados” y convenientemente dispersados. Un detenido...y nada más, por fortuna y para lástima de quienes confiábamos en tener la foto. Pero esas fotos, por muy bien que se vean, es siempre mejor no tenerlas. Hoy, Barcelona, se ha parecido en algo a Madrid...aunque esto a los chicos de la lucha callejera no les habrá gustado.
Al final habrá que dar la razón a los sabios que auguraban una #manificcion con motivo del #BCE en #Barcelona. Todo ha quedado en una muestra más de que la juventud también sabe expresar su rabia de forma pacífica, aunque no se puede negar que esta forma es periodísticamente menos contundente y lamentablemente menos efectiva.
Mientras tanto, los grandes dirigentes que nos han metido en esta ratonera de créditos, bonos, ladrillos y estúpidas primas de riesgo, se lo pasaban en grande en su cumbre de ensueño. Ellos no tienen que pensar en cómo decirle a sus esposas que mañana ya no tienen que ir al trabajo. Que se acabaron los viajes de lujo, las suites, los espacios reservados en los desplazamientos aéreos, las salas VIP, los buenos restaurantes. Ellos no tienen que explicarles a sus hijos por qué tienen que mudarse a casa de los abuelos o por qué mamá ha tenido que vender el coche. Ellos no tendrán que preguntarse de qué modo acomodan su curriculo a un espacio laboral que no tiene más salidas. No, ellos se seguirán sentando en la cima de su cumbre para asistir, como promotores, al derrumbe de ese sistema quimérico en el que nos metieron.
Y si, a algunos siguen dándonos más miedo los buenos-malotes...que son los que más seguiridad deberían ofrecernos. Esas cosas que tiene esta vida.