Estado Libre y Aconfesional…¡ja!
El Estado español se declara, a golpe de bonete y sotana, como un Estado laico y aconfesional al tiempo que los Convenios y divinos entrelazamientos se multiplican por doquier sin menoscabo de sus pingües beneficios.
Por poner un ejemplo, que podría ser la punta del iceberg confesional, la Comunidad de Madrid ha destinado entre 2008 y 2013 la nada destacada cantidad de 16.551.332 de Euros en concepto de Convenio con la Provincia eclesiástica de Madrid como inversión de Patrimonio Histórico.
A parte, como regalo y soporte de la Iglesia Católica, la misma Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid ha destinado algo más de 6.500.000 euros en conceptos de restauración de bienes muebles e inmuebles, haciéndose cargo las arcas públicas del mantenimiento y afinamiento de los órganos de las Iglesias parroquiales , entre otros menesteres.
En suma total, y contando sólo con las partidas públicas derivadas del Patrimonio Histórico –otro cantar sería anotar además las aportaciones realizadas por Educación u otras Consejerías-, entre 2008 y 2013, la Santa Iglesia Católica recibió más de 20 millones de euros para su caritativo sustento. Cuantías retraídas de servicios públicos indispensables como la Sanidad o la Educación, cuando no retirados directamente de la inversión que podría haberse realizado en la conservación de otros bienes públicos, ya fuesen de carácter arqueológico, histórico o simplemente a la mejora de obras públicas como las tan precarias y deficitarias vías interurbanas de la Comunidad de Madrid.
No estamos ante un donativo sino ante el soporte indirecto de la Iglesia Católica –como única confesión religiosa beneficiada por nuestro Estado- cuando no la financiación encubierta de un único credo religioso y del aparato poderoso que comporta.
Si el actual ministro de Justicia D. Alberto Ruíz Gallardón, creó siendo Presidente de la Comunidad de Madrid, una Universidad que entregó, full equipment, al Opus Dei, la sombra alargada de la sotana llega a los más recónditos rincones del Estado. D. Alfredo Urdaci, también relacionado con confesionarios y pebeteros de incienso, amenaza con regresar a la televisión pública al tiempo que se va configurando la nueva y futurible candidatura del eterno líder popular D. Jose María Aznar –quien ya ha anunciado, públicamente, que “no reusará su deber” en referencia a un probable regreso a la escena política española.
(C) Czuko Williams/Demotix 2013. All Rights Reserved
España, lejos de abandonar y mejorar su pasado, se recrea en él. A la sombra de sus iglesias y bajo los palios de sus obispos, el país camina, de nuevo, hacia las sombras de un pasado que, inequívocamente , no fue mejor.
Para merma de derechos, recientemente, los voceros del gobierno, en su representación en los máximos organismos de la Unión Europea, se han opuesto, en bloque, a la propuesta de mediadas que garanticen la independencia periodística respecto a los poderes políticos.
De nuevo, en comunión extrema, el Estado se organiza sobre los pilares de la fe y la autoritas. Dios y el Gobierno se antojan como las máximas –y únicas- referencias necesarias para garantizar, por ejemplo, los nombramientos del actual Presidente de la Comunidad de Madrid, D. Ignacio González y la actual Alcaldesa de la capital, Dña. Ana Botella –además, esposa del ex presidente Aznar-.
Poder y razón no se combinan en un país que, montado en el dragón del desempleo y la crisis financiera y moral, se abalanza con furia hacia el abismo rancio del ayer.
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