Somos lo que quisieron que fuéramos
A banner with the pictures of missed and killed people during Spanish Civil War by Franco's and fascist Army
(C) Czuko Williams /Demotix/Corbis
“(…) y ahora viene el turno de apaleadores. Las bolitas se dejan apalear…tienen nombre de mujer (…)”
NO-DO, 1939. Sorteo del “Gordo” de Navidad.
La Historia la escriben siempre los vencedores. Con suerte, los vencidos, con el paso de las décadas, pueden realizar algunos tímidos y siempre tamizados intentos revisionistas. Normalmente, nunca conducen a nada. La “verdad” oficial, siempre se impone, con “rigor”, sobre las cabezas de los penados. El revisionismo, cuando se da, no concede más que el honor de la honra perdida; pero como ésta, la memoria mancillada, jamás podrá ser reintegrado; como la vida sesgada a destiempo y de forma intempestiva. Quien muere no escribe su historia; quien huye tampoco.
España es, en esencia, la herencia rancia de sus más de cuarenta años de Dictadura. La Transición trufada de tretas, no trajo –en contra de lo que han defendido muchos- la libertad. Ésta fue ultrajada y amputada de la sociedad española el 18 de Julio de 1936 y jamás regresó. La “democracia” no fue sino una pactada transferencia del Régimen a otro nuevo régimen no elegido.
“…la evidencia que no sólo justificaba, sino que veía como algo normal y lógico, asociar el apaleamiento con la mujer…”
Lo que vino después, no fue más que el pastel de la victoria y la fiesta de los “victoriosos”, sus hijos, sus nietos, y algunos cobardes sometidos que, a cambio de un poco de gloria y unas habichuelas, regresaron renegando de lo que fueron y vendiendo a los que se jamás volvieron. Por eso España se construyó, en su “modernidad”, desde el atraso más recalcitrante; desde los púlpitos llenos de resentimiento y odio. España es, hoy, la esencia pura de una derrota, cuarenta años de dictadura, varios más de Transición fraudulenta y casi treinta de aparente normalidad democrática. España es el mapa de su pasado.
A cada mal de hoy podríamos buscarle una causa en ese ayer caduco. El fallo en los idiomas –mal endémico nacional- se nutre de las leyes franquistas que no facilitaban el aprendizaje de idiomas “enemigos” y que veía en ellos sospechas de todo tipo.
Del machismo violento y recalcitrante deja evidencia clara, por ejemplo, el NODO –espejo de almas afines al Movimiento-, que como hemeroteca del horror, dejó plasmada la esencia de una nación que en vez de renacer, regresaba a la caverna oscura, a la catacumba húmeda de sus orígenes.
He aquí la evidencia que no sólo justificaba, sino que veía como algo normal y lógico, asociar el apaleamiento con la mujer. Sin más miramientos y a tono de chanza. De aquellos barros, estos lodos que gozamos. Muchos de los que reían esas gracias se sentaron durante años en los Ministerios y en los Consejos de Dirección de las principales empresas. En sus mesas domésticas se educaron –en esos “valores”- muchos hijos que hoy dirigen los designios de nuestro país amenazándonos con el infierno, con la destrucción, con Sodoma y Gomorra si no nos atenemos a sus “sabios” dictados. No en vano, tanto les costó edificar y mantener “su verdad”
LA EVIDENCIA
NO-DO. Sorteo de Navidad de la Lotería Nacional de 1939 (el año de “su” victoria)
00:45 (y cito textual) “(…) y ahora viene el turno de apaleadores. Las bolitas se dejan apalear…tienen nombre de mujer (…)”
NO-DO. Xmas Lottery. Spain, 1939 (original Spanish without subtitles)
Sobra cualquier comentario. Sin duda. Ni la cirugía más exacta podría sacar de las mentes enfermas tan terrible enfermedad de los sentidos y los sentimientos.
Sólo podemos esperar a que la cirugía del tiempo, a través de una nueva revolución, permita llenar de provecho de futuro a una sociedad caduca y anclada aún en los viejos tópicos del ser. Hay esperanza mientras hay intelecto. Pero no seamos, empero, demasiado optimistas. La esperanza y el intelecto se pueden amputar, como ya lo fueron. Los que no lo hemos visto aún, ya lo veremos.